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martes, 8 de octubre de 2013

Calor y pompas de jabón: crónica de una mañana de domingo en el Luis Buñuel

XI FIESTA DE LA LACTANCIA MATERNA

Calor y pompas de jabón: crónica de una mañana de domingo en el Luis Buñuel




Cuando mi compañera Tamara explicó como se hacían las pompas de jabón gigantes, con aquello de la glicerina y el azúcar glass y que tenía que reposar toda una noche, el resto levantamos las cejas con escepticismo. Luego nos mandó esta foto de su hijo Adri, el astronauta.
Ya no necesitamos más.

Tengo que reconocer que celebrar este año la fiesta de la lactancia en el renacido Luis Buñuel fue una apuesta personal. Después de acudir a su reapertura en Junio aquel patio de colegio encajó perfectamente en la idea lúdico festiva que intentamos transmitir ese día del año. Y sobre todo acudir al llamamiento de Dale Vida al Luis Buñuel, un edificio cerrado desde hace años, totalmente inutilizado e inaccesible para la ciudadanía. 

Desde el primer momento todo fueron facilidades, al principio algo de preocupación por saber si finalmente las instituciones entregarían las llaves del edificio, pero por fin un sábado con mucho sol nos plantamos allí en el 5º Foro del Centro Social Comunitario Luis Buñuel a contar lo que hacemos y somos [de aquel momento da fe la foto de Sonia con Blanca] 

Y aquel día ocurrió (o más bien no ocurrió) algo que no me había pasado antes, nadie nos miró raro. Y todo el mundo de la lactancia me entiende perfectamente. 
“Ayudamos a la mujeres con su lactancia” Pues bien “Celebramos un acto el primer domingo de Octubre” Pues bien “Querríamos dejar las cosas el sábado por la tarde, porque hay una compañera que dice que el jabón tiene que reposar” No sé qué pensaron del jabón, ni qué tenía que ver con la lactancia pero también les pareció bien. Y así transcurrió la semana con todos los preparativos. 

Cuando llegué el domingo al Buñuel el sol templaba el patio. Leticia y Ana colgaban los banderines, Pepa, del Buñuel se afanaba por despejar la parte donde los niños dibujarían, Mª José practicaba los modelos flor y Spiderman con Ixeya, Sonia con hija en mochila se ocupaba de que todo estuviera en su sitio, Alicia preparaba los juegos infantiles y Tamara, ay ésta miraba la mezcla de las pompas como si todo dependiera de aquel mejunje que había pasado la noche reposando. 

Y hubo pompas ¡faltaría más! y maquillaje para los niños y un concurso de dibujo con todos ganadores y madres con bebés y alguna lágrima de esas que se hacen en un momento de asesoría y también un “No te conocía en persona” y un montón de globos blancos como gotitas de leche materna desperdigadas por el patio del Buñuel. 

Fue como si nuestra fiesta siempre se hubiera celebrado allí en aquel patio de colegio, como si las puertas del Buñuel se hubieran abierto para recogernos. 

Es un gran proyecto y reto a la vez el que el Centro Social Comunitario Luis Buñuel está ofreciendo a la ciudad, que será quien finalmente decida cuanta vida le da. Pero es difícil que si el tejido asociativo no se implica pueda mantenerse. Tengo algunas reflexiones más pero pertenecen ya al ámbito personal. 

Si algo he aprendido este año es que hay mezclas que funcionan: azúcar, glicerina y reposo, ingredientes indispensables para un sueño. 

P.S. Gracias a Pepa, Claudia, Carlos y Pedro del Buñuel por vuestro calor.

Aquí el resto de foticos: XI Fiesta de la Lactancia



Sofía

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